viernes, 5 de junio de 2009

Faltando a Clases Y recordando momentos

Tercer día de clases y falté.
Tenía intenciones mínimas de ir pero las ganas de caminar por Lima me ganaron.
Con el ipod en el bolsillo de mi saco manipulé las canciones más inéditas de mi repertorio. Comenzó la jornada clásica en un día gris de la ciudad que me vio crecer.
Caminando lento y rápido a la vez, mirando para ambos lados para evitar accidentes, sonriendole a los niños que se cruzan en las veredas, y cantanto en la mente la estrofa de una canción. Me dirigía a Lince, a la casa de Roxana (Roxana, mejor amiga de burgerking, casi casi mi hermana). LLegé con una casino de menta y una de fresa. Caminar me da hambre.
Toqué el timbre y entre a su casa, estube en su habitación leyendo historias de amores cibernéticos, escuchando a metallica y nirvana. Me agarro el sueño profundo luego de terminar mi casino de menta. Estubimos conversando y dando las ultimas noticias del medio. Fue un resúmen esquisito semanal, casi casi noticiero.
Los días se pasan rápido y ahora me doy cuenta que cada día tengo que aprovecharlo. Sin darme cuenta pronto tendre 20 años. Y pensar que parece ayer cuando cumpli los 15 años. Sin fiesta memorable, sin buffet ni chambelan, sin vestido rosado ni taco aguja. En realidad nunca soñe esa fiesta que dicen todas soñar. Lo mio era diferente, tenía un punto de vista que discrepaba con el de mi madre. Le pedi repetidas veces que no me organizara una de esas fiestas con invitación y tanta cosa junta. Solo quería estar en mi casa con los amigos y los familiares, esperando las 12 para soplar las velas de la torta helada.
Ahora siento que se detuvo el tiempo, eso pasa cuando recordamos.
Sería intensamente divertido detener el tiempo, no? Poder regresar a otro tiempo pasado... para cambiar alguna cosa, eso estaría bien? Yo creo que sí.
Regresaría el tiempo para regresar vidas.
Ahora que hablo de vidas, ya estamos Junio. Qué rapido vuelvo a pensar.

Ahora mismo debería estar saliendo de clases, pero como ya saben, falté. Me dirigo a las calles de Lima, a seguir caminando y recorriendo las veredas. A respirar el aire contaminado que intentamos salvar día a día, a reecontrarme con una vieja amiga del ex trabajo y a soltar un millón de sonrisas mientras llegó a mi paradero final.

Hoy siento que es un día mas para hacer distintas e iguales cosas.
Hoy vuelvo a sentir, lo que un día deje de hacer.



Hasta nuevo aviso.

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